Mi amigo Victor y yo visitamos una tienda de segunda mana hace unas semanas. Hallamos estas botas extraordinarias. Son botas del zapatero famoso John Fluevog, de los 70s, y están en buen estado, de hecho, nunca calzado. Pero son muuuy chiquitos -- numero seis. Llamé a Caitlin para preguntarle su numero, y claro, tiene numero seis.
Pregunté a la dueña sobre el costo, y me dijo "SIETE dólares!"
Siete dólares por zapatos de John Fluevog es sin precedente. Por supuesto, los compré y le di a Caitlin. Pagué $10 en vez de $7, porque la ganacia de esta tiende va al SPCA (Society for the Prevention of Cruelty to Animals), para ayudar a los perros (y otros animales) sin techo.
Le gustan muchisimo a Caitlin, y le vienen muy bien -- los llevó a una fiesta el mismo día. Medimos los tacones...son 12 centimetros!!! Cuando Caitlin los lleva, está tan alta como yo!!!!
5 comentarios:
hola! estaba por ahí visitando bloggers y he visto el tuyo que me ha parecido muy original, yo la verdad que no estoy muy puesta en esto de los blogs :) pero bueno un saludo y me gustan mucho tus botas. besos!
Hola dafne, gracias por visitar a mi blog!
Voy a mirar al tuyo ahorita!
un abrazo!
"These boots are made for walking....", me recordaron los buenos tiempos de juvetud Ruth. Nada más dile a Caitlin que una caida de esa altura es tremenda. Se ven de excelnete manufactura las botas y además me dió gusto saber de la parte humana de la colaboración en la protección de animales desamparados, es es lo mejor.
Saludos a la tropa.
jaaaaaaaajaaaaaaaajaaaaaaaa yo tenía unas así!!!!! Estan geniales!! que las disfrutes!
Hacía un montón que no me pasaba por aquí y te quería dejar un abrazo...
jaja, Lino, es un milagro que todo en nuestra generación no tiene tobillos torcidos, no? Nos vemos pronto!!
Susanaaaaaa!!!!! Hace mucho tiempo que no visité tu blog! Voy a rectificar este defecto ahorita!
un abrazote!
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